Es un rincón de la Alhambra que siempre ha ganado interés turístico. Es un lugar que suma mucho a ese complejo de monumentos. Se alcanza ver desde la sala de los Ajimeces, y al pasar desde allí hacia el mirador te trasladas por un arco con mocárabes. Esta parte conserva la inscripción de un poema que también funciona como decorado para su jamba, su zócalo es de varios colores y muy fino a los ojos de quien lo vea. Éste y su piso son de azulejos. La sala del mirador es rectangular, con arcos. Próxima está la habitación de Carlos V. Los ventanales que esta parte tiene se caracterizan por sus arcos con mocárabes. Aquí también aparecen inscripciones y poesías que alaban a Mohamed V.
Su patio, Daraxa, también conocido como Jardín de los Naranjos se empezó a construir en 1526 y ya para el 1538 estuvo listo. Se construyeron al mismo tiempo que las habitaciones de Carlos V. Los límites del patio son el Mirador de Daraxa y la sala de Dos Hermanas, al sur; en el norte las habitaciones de Carlos V, y en el este y oeste galerías de la misma época que aquellas. Las plantas del jardín son naranjos, cipreses, boj; la fuente que está en el centro posee en el borde una inscripción poética. Quiero plasmar un poco de atención en el sur, de este lado en la Sala de Dos Hermanas que consiste en un grupo de habitaciones, éstas circundan la sala de los secretos, nombre que se atribuye a la característica acústica que produce su bóveda, ya que si una persona en una esquina de una habitación dice algo en voz baja, otra persona en la esquina contraria lo escucharía perfectamente.
Como los demás espacios de la Alhambra, éste es uno que merece que le dediques un momento para que puedas apreciar a cabalidad su belleza.