Que a todo el mundo le encanta viajar y pasar la noche fuera es algo que no se pone en duda nunca. El problema es que no todos nos podemos permitir hacerlo tanto como nos gustaría, por lo que buscamos hoteles baratos con los que quitarnos el gusanillo de pasar alguna velada fuera de casa, aunque algunas veces sea solo en la ciudad de al lado o incluso en nuestra propia localidad pero en la habitación de un hotel en al que nos lo hagan todo y nos podamos levantar sin el trajín de tener que hacer las cosas de la casa.
Algunos hoteles baratos no cuentan con grandes lujos. Muchos ni siquiera tienen una piscina o una gran comedor con un buffet libre para la comida o el desayuno, pero es el precio que algunos están dispuestos a pagar por darse la satisfacción de haber salido de viaje y descansar en un lugar diferente al que suelen estar siempre.
Sobre todo en temporada baja o en destinos poco turísticos es posible encontrar este tipo de alojamientos económicos donde los más entendidos saben que se trata de las oportunidades más asequibles para pasar unos días de asueto, alejados del mundanal ruido y de las grandes aglomeraciones de gente que se dan en lugares más conocidos o en otras fechas.